Programa

 

Reactivar la producción y el empleo

 

La riqueza nacional la generamos día a día los uruguayos con nuestra creatividad, nuestra energía y nuestro esfuerzo. Es por eso que se necesita reactivar la economía, generando un país más competitivo y dinámico en todos los sectores. Además de corregir la situación fiscal, como se explicó en el primer capítulo, es fundamental implementar medidas que promuevan la competitividad en sí misma, es decir, influyendo positivamente en la vida cotidiana de las empresas del país, sea cual sea su tamaño y en más empleo y mejores condiciones de trabajo para todos los uruguayos.

Es necesario fomentar, en primer lugar, el desarrollo emprendedor. Esto requiere crear un ecosistema que convierta la creatividad y la capacidad de iniciativa de los uruguayos en empresas  competitivas y sostenibles. Para ello proponemos diseñar una Estrategia Nacional de Emprendimiento, que permita señalizar y coordinar esfuerzos a nivel país creando a su vez un Observatorio de Monitoreo. El paso hacia la internacionalización es un salto necesario en la aceleración de emprendimientos hacia etapas más maduras. Por eso desarrollaremos programas en esa dirección.

Impulsaremos una política específica de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES). A modo de ejemplo, proponemos una restructuración del régimen fiscal aplicable a las MIPYMES, que permita acompañar el nivel de actividad desarrollada, la rebaja en las tarifas públicas (específicamente para las tarifas de UTE y OSE), y la implementación de la mejora de mecanismos de financiamiento, entre otras.

Para reactivar la economía es indispensable desarrollar una política comercial internacional proactiva, que supere nuestras actuales vulnerabilidades. Se promoverán acciones que apunten hacia la apertura comercial, ya sea logrando que el MERCOSUR logre un mejor funcionamiento y alcance nuevos acuerdos comerciales, como de forma bilateral con terceros países. Asimismo, se fortalecerán los mecanismos de coordinación entre el servicio exterior y el sector privado, poniendo especial énfasis en el apoyo a MIPYMES exportadoras.

En cuanto a las relaciones laborales, se deben tomar medidas que apunten a mejorar el funcionamiento de los Consejos de Salarios como herramienta de negociación entre los trabajadores y los empresarios. En este sentido, se propone modernizar los Consejos, de forma que incorporen nuevas dimensiones, agreguen realismo y promuevan la cooperación entre trabajadores y empresarios. También se procurará atender la realidad laboral que genera el cambio tecnológico, implementando medidas de capacitación y reconversión de trabajadores, así como iniciativas anticipatorias que permitan generar los conocimientos necesarios para ocupar los nuevos puestos de trabajo que se irán generando en los próximos años.

Para mejorar la competitividad también es fundamental mejorar la infraestructura. Se propone, en primer lugar, modificar el régimen de PPP e incentivar la inversión privada, haciendo uso del régimen de concesiones. A su vez, se desarrollará una política de capacitación, redistribución y reclutamiento de recursos humanos, como manera de fortalecer la capacidad del Estado de gestionar el financiamiento y el control de ejecución de obra pública.

Finalmente, se propone una mejor gestión de las empresas públicas para aumentar su eficiencia. Medidas como el fortalecimiento de las unidades reguladoras, la transparencia de los negocios, el fomento de la competencia y la reorientación de las actividades de las empresas públicas hacia su negocio central, buscan mejorar su gobernanza y su funcionamiento, lo que se trasladará finalmente en tarifas públicas acordes a los servicios brindados.