Programa

DEPORTE

El deporte ha dejado de ser visto como una simple actividad recreativa para ser considerado un componente básico del desarrollo humano y social. La actividad deportiva tiene efectos benéficos sobre la salud, favorece el normal desarrollo psicológico y emocional de las personas, transmite valores, crea vínculos, ayuda a construir comunidad, fortaleciendo el sentido de pertenencia y los lazos de solidaridad. Complementariamente, es una barrera eficaz contra el consumo de drogas y aleja a muchos adolescentes y jóvenes de la cultura del delito. Por todas estas razones, nos proponemos desarrollar una política de deportes con sentido social.

La UNESCO ha reconocido la relevancia social de la cultura física y el deporte, por lo que recomienda que los estados se responsabilicen de la elaboración de políticas en el área. Uruguay ha sido pionero en esta tarea, desde que en 1911 creó la Comisión Nacional de Educación Física. Pero aquel impulso no se sostuvo en el tiempo. En los últimos años, la inversión pública  en políticas deportivas ha caído en relación al PBI. Contra lo que pudiera pensarse, esta disminución no constituye un ahorro. Las estadísticas internacionales dicen que, por cada dólar que se invierte en deporte, se ahorran al menos 8 en salud.

Los recursos destinados al sector deporte por parte de los gobiernos del Frente Amplio no han dado los resultados esperados, debido a la falta de coordinación a la hora de gestionar. Existen algunos planes de acción parcialmente ejecutados, pero no hay una orientación estratégica ni una adecuada integración de iniciativas. Los principales problemas a enfrentar son los siguientes:

  • Muy desigual desarrollo de la cultura física. Si bien hay un número importante de uruguayos que realiza actividad física en forma personal o colectiva, amplias capas de la población no sólo se mantienen en el sedentarismo sino que no tienen conciencia de lo que eso significa en términos de impacto.
  • Muy baja coordinación entre las diferentes iniciativas orientadas a fomentar el deporte y la cultura física. La coordinación de actividades entre el sector estatal y el sector privado es casi inexistente. Dentro del propio sector estatal hay poca coordinación entre, por ejemplo, lo que se hace en el marco de ANEP y las políticas desarrolladas por los gobiernos departamentales.
  • Muy baja coordinación en el diseño de políticas. No existe suficiente articulación entre la política de deportes, la política de salud y las políticas sociales.
  • Sub-utilización de la capacidad instalada. Uruguay hizo en el pasado un esfuerzo importante por construir plazas de deportes, parte de las cuales están hoy en mal estado de conservación y son utilizadas para otros fines. Tampoco se hace un aprovechamiento suficiente de algunas instalaciones privadas (por ejemplo, gimnasios construidos por clubes locales) que podrían utilizarse para programas de trabajo con financiamiento público.
  • Marco legal insuficiente y poco conocido. El país cuenta desde hace algunos años con una Ley de Fomento del Deporte y de la Erradicación de la Violencia. Esa ley, de sólo 15 artículos, merecería ser revisada y mejorada. Pero también es importante sensibilizar a los diferentes actores para hacer un mejor aprovechamiento de las posibilidades que ofrece.
  • Escaso apoyo al deporte de alta competencia. El deporte de alta competencia es caro y plantea dificultades a los países chicos. Pero también es una oportunidad para promocionar la imagen del país y genera modelos que pueden estimular el compromiso de la población con la cultura física. Considerando el PBI per capita que ha alcanzado el Uruguay, estamos apoyando poco este tipo de actividad.
  • Escaso apoyo a deportes especiales. Existe una fuerte tendencia internacional a ver al deporte como un factor de primera importancia en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas con discapacidad. Sin embargo, el desarrollo de este aspecto ha sido hasta ahora claramente insuficiente.

Nosotros aspiramos a impulsar una política nacional de deporte que articule con las políticas sociales, sanitarias y educativas para fomentar hábitos de vida saludable, transmitir valores y construir lazos interpersonales. La práctica de deportes forma parte de la vida privada de las personas y, por lo tanto, es una actividad que debe fortalecerse por el camino de la voluntariedad. Es también una actividad frecuentemente impulsada por organizaciones no gubernamentales que cumplen una tarea importante y han acumulado mucha experiencia. Por eso asignamos al Estado un rol rector y regulador, pero no sustitutivo ni interventor. Su papel es diseñar e impulsar estrategias de corto, mediano y largo plazo que permitan sumar esfuerzos y movilizar la capacidad de iniciativa que existe en la sociedad. La tarea no es obligar, sino promover y estimular. Algunas medidas a impulsar son las siguientes.

MEDIDAS A IMPULSAR:

 

  • Deporte y educación

 

Como sociedad debemos garantizar que todos los niños, jóvenes y adolescentes, independientemente de su procedencia social, económica, cultural o de su lugar de nacimiento, alcancen una educación deportiva de calidad que les permita contar con las herramientas que faciliten su integración al mundo del deporte, a la actividad física y a la recreación, contribuyendo al crecimiento de una sociedad saludable, equitativa e inclusiva. En el cumplimiento de este objetivo, la articulación con el sistema educativo juega un papel esencial.

  • Buscaremos, en coordinación con ANEP y el MEC, avanzar en la sincronización de contenidos programáticos y una adecuada secuencia de objetivos pedagógicos, de modo de asegurar la continuidad de lo educación física desde el nivel prescolar hasta el final de la enseñanza obligatoria.
  • Impulsaremos la adopción de una concepción amplia de la educación física como materia curricular, que incluya la formación en estilos de vida saludables, hábitos de alimentación, higiene corporal y muscular, y prevención de enfermedades. En este marco se proporcionará información sobre los perjuicios de la mala nutrición, del consumo de alcohol, de tabaco, de sustancias estupefacientes y psicotrópicas y otras adicciones. Se buscará complementar la actividad curricular con charlas informativas y otras actividades dirigidas a al núcleo familiar.
  • Fomentaremos la creación de un programa de formación continua para docentes de educación física, que asegure el mantenimiento de la calidad y la actualización permanente a lo largo de su vida profesional.
  • Nos proponemos compensar las deficiencias de escuelas y liceos en materia de instalaciones deportivas, mediante una política de convenios con clubes y otras instituciones cercanas que tengan capacidad ociosa durante el horario de clases.
  • Impulsaremos acuerdos con los gobiernos departamentales, con el fin de orientar y coordinar políticas de deporte, maximizando recursos e infraestructura. En ese sentido procuraremos recuperar y equipar plazas de deportes que estén en estado de deterioro. Una vez recuperadas, y durante el horario de clases, se asignará prioridad de uso a las escuelas y liceos cercanos.
  • Promoveremos las competencias estudiantiles a nivel inter-institucional, departamental y nacional, con el fin de estimular el arraigo en el centro educativo y promover los valores de respeto, trabajo en equipo, tolerancia, inclusión, lealtad, honestidad y esfuerzo personal y colectivo.
  • Generaremos un programa de detección temprana de talentos, a partir de informes presentados por docentes de educación física. Para ello se incorporará un software que contenga los datos deportivos de los alumnos, datos de rendimiento físico, y juicios y evaluaciones de sus docentes directos.

 

  • Deporte infantil

 

En forma complementaria a lo que se haga desde la educación formal, nos proponemos crear una Organización Nacional del Deporte Infantil (ONDI), orientada a lograr que niñas, niños y jóvenes de todo el país puedan desarrollar habilidades deportivas en la mayor cantidad de deportes posibles, especialmente aquellos de equipo.

El modelo en el que nos inspiramos es el de la Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI), hoy dependiente de la Secretaría Nacional del Deporte, que desde 1968 ejerce la rectoría del fútbol infantil para niñas y niños de entre 6 y 13 años de edad. ONFI nuclea actualmente a unas 7.000 niñas y unos 53.000 niños que juegan en 600 clubes distribuidos en 62 ligas regionales o departamentales. Complementariamente atiende a unos 10.000 menores de 5 años. Se trata de un modelo exitoso, que creció a partir de potenciar el uso de infraestructura ya existente y de generar una red que involucra a clubes, familias y organismos de gobierno.

Nuestra propuesta es transformar la actual ONFI en ONDI, manteniendo su estructura funcional y su dependencia jerárquica.  El objetivo será incorporar a todos los demás deportes, enfatizando los aspectos sociales, educativos y recreativos de su práctica. Esto requerirá un plan de optimización de infraestructura (siempre siguiendo la lógica de aprovechar capacidad instalada) así como la realización de cursos de capacitación para dirigentes, orientadores técnicos, árbitros y padres. Los valores del juego limpio, de la integración social y de ausencia de discriminación deben presidir todas las orientaciones de trabajo.

Para avanzar en esta dirección, en una primera etapa se dará prioridad a la construcción de canchas con uso multideportivo, que permitirán en un mismo espacio la práctica de deportes tales como futbol infantil, rugby, hockey y hándbol. Estos espacios también son adecuados para la práctica de gimnasia artística, entrenamientos funcionales  y otro tipo de actividades físicas y recreativas para todas las edades.

El apoyo de las diferentes federaciones será esencial para dar vida a este proyecto, por lo que se propone que tengan un representante en el Comité Ejecutivo de la nueva organización.

 

  • Deporte y familia

 

Nos proponemos instrumentar dentro de ONDI un programa denominado Integrando la familia al deporte. Su objetivo será partir de las actividades físicas y deportivas realizadas por los niños  y jóvenes, como primer paso a la expansión de una práctica deportiva que incluya a los adultos y adultos mayores. Este programa se diseñará y ejecutará en coordinación con el MIDES, el Ministerio de Salud Pública y los gobiernos departamentales, lo que permitirá la firma de convenios de cooperación interinstitucional para hacer uso de instalaciones que estén en manos de cualquiera de estas dependencias.

Esta estrategia tiene una proyección social difícil de igualar por ninguna otra red de carácter público o privado, ya que junto a estas niñas y niños, están sus padres, abuelos, otros familiares y amigos, lo que implica un gran efecto multiplicador tanto a nivel local como regional.

El impacto no sólo será social sino también económico, dado que la movilización de un gran número de personas para realizar actividades deportivas tiene un efecto dinamizador sobre el transporte, el consumo de alimentos, la compra de equipamiento deportivo, el alojamiento y otros rubros.

El proyecto ONDI tiene su continuidad natural en las edades siguientes bajo la red de OFI y las demás federaciones deportivas, de manera de prolongar los efectos hacia la población joven y la práctica de competencia.

 

  • Enfoque social de deporte

 

La creación de ONDI y su expansión hacia los núcleos familiares son parte de una lógica general que nos proponemos impulsar, que responde a lo que suele llamarse enfoque social del deporte. Más allá de la práctica deportiva en sí y de sus efectos inmediatos sobre la salud física y mental en los individuos, el deporte es un instrumento formidable para alcanzar objetivos que tradicionalmente se han asignado a las políticas sociales. La prevención de adicciones y del delito, el combate al aislamiento y la depresión, el fortalecimiento de la autoestima, la integración social, el sentido de pertenencia y la afirmación del valor de cada proyecto de vida, pueden verse reforzados y estimulados mediante la práctica de deportes y la incorporación a comunidades locales que se conforman en torno a esta actividad. También es posible transmitir valores y generar sentido de responsabilidad, lo que facilita el camino para otros logros, como asegurar la continuidad del trayecto educativo de los niños y jóvenes. Nos proponemos adoptar este enfoque como orientación general de nuestra política de deportes, lo que supone entre otras cosas:

  • Diseñar la política de deportes en estrecha cooperación y diálogo con otras dependencias públicas, como el MIDES, ANEP, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación y Cultura, y los programas sociales de los gobiernos departamentales.
  • Elaborar un sistema de condicionalidades que abra oportunidades a la práctica de deportes siempre y cuando se cumplan ciertas exigencias, como la asistencia permanente y controlada a un centro de estudios. Como herramienta para combatir la desafiliación educativa, exigiremos como condición para la práctica federada de cualquier deporte antes de los 18 años, así como para firmar contratos de carácter profesional, la asistencia regular y controlada a un instituto de educación formal.
  • Avanzar hacia una formulación de metas y una evaluación de resultados que contemple en forma integrada lo hecho por un conjunto de dependencias públicas, a fin de obtener una evaluación real de la relación entre los recursos invertidos y los logros obtenidos.

 

  • Creación del Centro Integral de Recuperación de Adicciones (CIDERA)

 

En el marco de esta concepción centrada en el significado social del deporte, nos proponemos crear un ámbito institucional destinado a la recuperación de personas afectadas por el consumo problemático de sustancias a partir de la práctica del deporte, la actividad física y la recreación.

La creación de este centro requerirá una base física adecuada de aproximadamente 5.000 metros cuadrados (media manzana). El objetivo es servirse de algunos de los muchos predios ociosos que son propiedad del Estado, como forma de no generar costos innecesarios a los contribuyentes. Sobre esa base física deberá construirse una infraestructura que cumpla con los requisitos que hagan posible una efectiva recuperación. El financiamiento se asegurará a través de la Junta Nacional de Drogas, o mediante recursos obtenidos por la incautación al narcotráfico.

Los pacientes podrán llegar al CIDERA para internarse, o bien para recibir atención ambulatoria. En cualquiera de los dos casos, serán atendidos por un equipo interdisciplinario que incluirá médicos, psicólogos, psiquiatras, asistentes sociales, enfermeros, docentes de Educación Física, nutricionistas, recreadores, etc.. Una manera de abatir los costos de funcionamiento consistirá en convertir al CIDERA en lugar de práctica para estudiantes próximos a terminar su carrera en educación física, medicina, recreación u otras disciplinas pertinentes. Dada la metodología a utilizar, también se contará con el apoyo y la orientación de ex pacientes que hayan concluido un tratamiento exitoso.

La actividad deportiva, de educación física y de recreación proporcionarán al internado impulsos motivacionales para derivar su pensamiento hacia actividades sanas, integradoras, alejándolo del entorno mental en que se encontraba previamente a su internación. Estas actividades, asociadas a cronogramas de sana competencia entre internados, entre internados y familiares, o con internados con otras instituciones similares, le generarán constantes expectativas de diversión, superación, encuentro e integración, así como contribuirá a mejorar su condición física y mental. La experiencia internacional confirma la eficacia de este tipo de abordaje.

Este proyecto deberá tomarse como piloto para extenderlo más tarde al interior de la República, con intervención del gobierno nacional y los gobiernos departamentales.

 

  • Deporte de alto rendimiento

 

Nos proponemos impulsar una línea de apoyo al deporte de alto rendimiento, como manera de mejorar la visibilidad del país en las competencias internacionales y generar una cultura de excelencia que permee a todos quienes realizan alguna forma de actividad deportiva. Otros objetivos igualmente importantes serán la incorporación de la mujer al deporte de alta competición y la generación de infraestructura que pueda ser aprovechada por personas con discapacidad.

  • En el plano institucional, nos proponemos crear un Consejo Superior de Deportes que dependerá de la Secretaría Nacional del Deporte. Sus principales tareas consistirán en clasificar las instalaciones y programas deportivos, fijar normas para su mejoramiento, y ser el órgano rector en la identificación, desarrollo y seguimiento de nuevos talentos deportivos.
  • Una de las tareas del Consejo será impulsar el desarrollo de Programas de Alto rendimiento, dirigidos a deportistas que participen o aspiren a participar en competiciones de alto nivel. En el marco de estos programas también se realizará investigación científica deportiva, en coordinación con dependencias públicas e instituciones privadas que entiendan en la materia.
  • Los Programas de Alto Rendimiento requerirán la existencia de Centros de Alto Rendimiento (CARs), que cuenten con instalaciones, servicios y medios técnicos adecuados. Nuestra estrategia no consistirá en construir desde cero estos Centros, ya que son caros (el costo de cada uno oscila entre los 30 y los 50 millones de dólares, más mantenimiento) y el país ya cuenta con muy buenos complejos, tanto en Montevideo como en el interior (los más notorios son el Complejo Celeste en el caso del fútbol, el CEFUBB en el caso del básquetbol y el Estadio Charrúa en el caso del rugby y el fútbol femenino). La estrategia consistirá entonces en promover el mejoramiento y mejor aprovechamiento de la capacidad instalada. El reducido número de deportistas de alta competición que hay en el país no genera presiones de crecimiento a corto plazo.
  • Una de las tareas del Consejo será protocolizar las condiciones y exigencias cuyo cumplimiento permitirá reconocer a un complejo deportivo como una CAR. Entre otras, deben poder albergar a deportistas durante períodos relativamente prolongados, ofrecerles equipamiento y tecnología adecuados para un entrenamiento de alta exigencia y contar con las condiciones necesarias para realizar estudios científicos.
  • La descentralización será uno de los ejes de este proyecto, no sólo como manera de promover la justicia territorial sino también de combatir el desarraigo del deportista. La red de CARs deberá tener una misma metodología de trabajo, de modo de facilitar que un mismo atleta pueda cumplir diferentes etapas de su entrenamiento en CARs ubicados en diferentes lugares del territorio.
  • Una vez que la red de CARs esté debidamente fortalecida, se creará un Plan Nacional de Becas Deportivas, que premie la excelencia y facilite el acceso de jóvenes talentos  a los Programas de Alto Rendimiento. También se trabajará en forma coordinada con los países y organismos internacionales especializados en Alto Rendimiento, desarrollando convenios de cooperación e intercambio de técnicos y deportistas.
  • Se promoverá un acercamiento entre el deportista de alto rendimiento y la comunidad a los efectos de que sea un estímulo positivo para los niños, y para toda la sociedad a través de los valores que genera el deporte. Se promoverán charlas y talleres, narrando sus experiencias.

Otras medidas de apoyo al deporte

 

  • Mediante cambios en los procedimientos, se tenderá a mejorar y agilizar los trámites administrativos para la solicitud de apoyo económico ante la Secretaría Nacional del Deporte (SND) y para la solicitud de declaración de proyectos promovidos ante la comisión COMPRODE al amparo de la Ley N° 18.833 (Ley de Fomento del Deporte y su reglamentación).

 

 

  • En la medida en que lo permita la situación fiscal, se procurará profundizar en los incentivos previstos en la Ley de Fomento del Deporte (Ley N° 18.833) y su reglamentación (Decreto 308/015), de forma tal de que impliquen un real beneficio a las instituciones deportivas.

 

 

  • En la medida en que la situación fiscal lo permita, promoveremos una revisión de las tarifas públicas aplicables a las instituciones deportivas. Por ejemplo, no parece lógico que OSE les cobre tarifa comercial a instituciones sin fines de lucro que cumplen un rol insustituible en el desarrollo de nuestra sociedad y la construcción de valores.

 

 

  • Seguridad en espectáculos deportivos. Actualmente existen diversas normas de diferente jerarquía que regulan la violencia y la seguridad en espectáculos deportivos (Ley N° 17.951, Código Penal, Decreto 387/016). Nos proponemos unificar la normativa dentro de un Capítulo específico en la Ley integral del Deporte. Se analizará un endurecimiento de las prohibiciones de ingreso a quienes, participen en disturbios o incidentes en ocasión de un espectáculo. A efectos de fijar la pena se tendrá en cuenta la gravedad del incidente y los antecedentes de los involucrados. Dentro de las competencias asignadas por Ley a la Policía, estará la de velar por la seguridad tanto dentro como fuera de los escenarios deportivos, trabajando para ello en cooperación con las diversas asociaciones e instituciones. No concebimos una Policía Nacional que rehúse a cumplir cometidos tan básicos como garantizar en su totalidad el normal desarrollo de los espectáculos deportivos.

 

 

  • Buscaremos vías de apoyo al sector ecuestre, que constituye una actividad importante para el deporte en Uruguay. En relación al Raid, se analizará la posibilidad de articular opciones de capacitación para los trabajadores de dicho sector y de cumplir con el sistema de identificación de equinos previsto en el Decreto 177/010. También se analizarán medidas orientadas a fomentar el desarrollo del turf, entre las que se incluirá la plena incorporación del SINT (Sistema Integrado Nacional del Turf), que le da a la actividad sentido de pertenencia nacional, y la búsqueda de acuerdos regionales que permitan abaratar costos de traslado, tarifas y aranceles, de manera estimular la competencia de caballos nacionales fuera de fronteras. El turf genera miles de puestos de trabajo en todo el país, incluyendo cuidadores, jockeys, capataces, peones, vareadores, herreros, veterinarios, empleados de establecimientos de cría, de agencias de recepción de apuestas, etc.