Programa

 

DESCENTRALIZACIÓN

 

Una de las modificaciones imprescindibles del Estado uruguayo de cara al siglo XXI es la redefinición de su presencia y de su acción en todo el territorio nacional. En nuestra visión, no existe desarrollo del país sin desarrollo del interior en su conjunto.

Uruguay no es una mera acumulación de regiones. Los uruguayos somos más que una suma de ciudadanos: somos una comunidad. Compartimos obligaciones, pero además debemos compartir derechos y oportunidades. Por eso, descentralizar es un acto de justicia: implica igualar las posibilidades de superación entre los uruguayos.

En el país han dominado lógicas centralistas. Burocracias divorciadas de la realidad han promovido avances de papel, sin cambios tangibles en la vida de la gente. Pese a todo lo que se ha dicho, Uruguay sigue siendo un territorio fragmentado.

Descentralizar significa integrar. Supone la inclusión de la realidad municipal y departamental en los procesos de decisión. No es sostenible la visión antagónica de capital e interior. Descentralizar es construir una plena unión política nacional.

El desarrollo integral del país supone, por lo tanto, una agenda compuesta de cuatro dimensiones:

  • integración política;
  • integración física y geográfica;
  • integración social y económica;
  • integración cultural.

Desde 1952, la Constitución otorgó instrumentos de autonomía. El artículo 297 establece fuentes de recursos para garantizar la autonomía financiera. Esos recursos son originarios de los departamentos y no deben sufrir intervenciones por parte del poder central. Sin embargo, en los últimos 20 años se ha verificado una extraordinaria pérdida de autonomía financiera de los gobiernos departamentales, que ha generado una pérdida de autonomía política. Si las autonomías son tuteladas, no son autonomías.

ACCIONES A IMPULSAR:

Para generar niveles de integración adecuados, es necesario promover una efectiva cooperación entre regiones y departamentos. En particular, es necesario:

  1. Profundizar el fortalecimiento de los gobiernos locales y una articulación más equitativa y eficiente con el gobierno nacional. Facilitar instrumentos jurídicos para el asociacionismo y colaboración entre municipios. Estos mecanismos permitirán una efectiva aplicación de lo establecido en el art. 262 de la Constitución.
  2. Profundizar la dinámica de cooperación interdepartamental, fundamentalmente en lo relativo al desarrollo de planes de fomento productivo, por la vía de una efectiva aplicación de lo establecido en el art. 230 de la Constitución.
  3. Realizar un Plan de inversión pública/privada en infraestructura y logística multimodal en áreas y obras estratégicas, buscando la interconexión del país (este punto se desarrolla en la sección dedicada a infraestructura).
  4. Utilizar instrumentos normativos ya existentes, como la Ley de Promoción de Inversiones, para estimular la radicación de inversiones en el interior del país.
  5. Considerar una descentralización parcial de la administración de lo recaudado por el Fondo de Solidaridad de la Universidad de la República, transfiriendo parte de las decisiones a Comisiones Honorarias departamentales.

Fortalecimiento de municipios

La descentralización debe considerar de manera especial al tercer nivel de gobierno. Los municipios cumplen un rol muy importante, acercando el poder a la gente y facilitando el involucramiento del ciudadano y de la comunidad en la toma de decisiones. En especial en el interior del país, la experiencia de estos años ha sido muy valiosa. Pero se la debe perfeccionar, fortaleciendo a los municipios e institucionalizando órganos como el Congreso de Ediles y el Plenario de Municipios. Para esto es clave mejorar el marco legal, actualizando la ley de descentralización.

Existe un potencial importante en la creación de espacios de colaboración entre los municipios de cada departamento. Más allá de la necesaria cooperación entre los distintos niveles de gobierno, la cooperación entre municipios se ha mostrado como tremendamente exitosa desde el punto de vista político y financiero, ya que optimiza los recursos de los que disponen los municipios.

ACCIONES A IMPULSAR:

  1. Avanzar hacia la actualización de la ley de descentralización y participación ciudadana (Ley 19.272 del 18 de septiembre del 2014), fortaleciendo el rol de los municipios e institucionalizando órganos como el Congreso de Ediles y el Plenario de Municipios.
  2. Avanzar en la municipalización del territorio de cada departamento, sin perjuicio de las competencias asignadas por ley a los Intendentes y Juntas Departamentales (Ley 19.272).