Programa

BIENESTAR ANIMAL Y TENENCIA RESPONSABLE

La seguridad y el  bienestar que importan no son sólo los de los seres humanos, sino también los de aquellos seres con quienes compartimos el planeta. Mejorar la situación de los animales no es sólo una condición para que ellos vivan mejor, sino que nos ayuda a evolucionar como personas y como sociedad. La insensibilidad o la indiferencia hacia el maltrato o el dolor pueden convertirse en una cultura.

Hoy asistimos, a nivel mundial, a una evolución notoria en nuestra relación con los animales. Nuevas pautas de convivencia y de responsabilidad nos desafían a actualizar normativas y desarrollar nuevas políticas públicas en áreas que hasta ahora habíamos relegado al plano de lo privado o personal.

La calidad de nuestro vínculo con los animales se ha convertido en un indicador de nuestro grado de evolución como sociedad. Esa evolución consiste en reconocer en los animales la cualidad de seres sensibles y poseedores de niveles de conciencia, merecedores de protección legal y de una actitud general de cuidado y respeto por su vida, bajo normas morales que garanticen la ausencia de sufrimiento y la premisa del mínimo daño o del daño menor. Esta visión, que involucra a las relaciones productivas, de trabajo, de tiempo libre y de compañía, está cada vez más presente en los programas y políticas de las democracias maduras.

En nuestro país, el descontrol en el crecimiento poblacional de los animales de compañía y la práctica del abandono en las calles han llevado a un estado de emergencia que nos interpela como sociedad. Por eso debemos ir hacia una política pública clara y eficiente en materia de tenencia responsable y bienestar animal. En los últimos años, con la aprobación de la Ley Nº 18.471 (Ley de Protección, Bienestar y Tenencia de Animales) ha habido algunos avances en lo que respecta a los animales de compañía. Pero, en general, las soluciones han resultado insuficientes e ineficaces. Importantes vacíos legales y procedimentales han impedido su correcta aplicación, además de adolecer de problemas en el diseño institucional, el ejercicio de la autoridad y la gestión.

La tenencia responsable y el bienestar de los animales de compañía, encomendados a la COTRYBA, actualmente bajo la órbita del MGAP, no está teniendo un abordaje correcto. Resulta muy difícil afrontar la emergencia actual sin recursos humanos ni económicos, sin estrategias claras y sin una normativa que aporte procedimientos responda a objetivos concretos. A eso se suma el total divorcio entre la manera de tratar el tema de los animales de compañía  y el mundo de los animales de producción.

Nuestro propósito es avanzar hacia un cambio de paradigma que tenga en cuenta algunas ideas que han ganado protagonismo en buena parte del mundo. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Promovemos el concepto  de “una sola salud, un solo bienestar”, impulsada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial de Sanidad Animal. La idea básica es que salud humana y el bienestar animal están íntimamente ligados a través de los ecosistemas en los cuales coexisten. Políticas de salud pública que no tengan en cuenta los efectos de nuestra convivencia con los animales, o nuestro consumo de alimentos de origen animal, quedarán condenadas a enfrentar las consecuencias de una realidad que no terminan de entender. Está demostrado que proteger la sanidad y el bienestar animal contribuye a la sanidad humana, a la inocuidad y a la seguridad alimentaria.
  • El concepto de “bienestar animal” ha pasado a ser considerado como un todo, no dependiente del tipo de animales de que se trate. Así entendido, el bienestar animal se está convirtiendo en un elemento determinante en la evaluación de calidad por parte de los más exigentes mercados de alimentos o subproductos de origen animal. Los consumidores están cada día más informados y exigen procesos certificados que garanticen el mínimo sufrimiento y la ausencia o existencia mínima de situaciones estresantes en el manejo de animales.
  • El concepto de “tenencia responsable” define las nuevas relaciones de convivencia con los animales de compañía. El concepto lleva implícito el desarrollo de políticas educativas, planes y programas de difusión de buenas prácticas y de manejo adecuado, así como la inspección y el marco regulatorio necesario.
  • El reconocimiento del maltrato animal como conducta pasible de sanción penal está modificando la práctica jurídica. Los vínculos violentos con los animales ya no son vistos como una cuestión puramente privada, sino como un tema de relevancia social. Eso se debe en parte al reconocimiento de deberes hacia los animales (por ejemplo, el deber de no hacerlos sufrir inútilmente) y en parte a la acumulación de evidencia que confirma que las conductas violentas y disfuncionales hacia los animales son anticipatorias de expresiones violentas a nivel de las relaciones humanas, especialmente en el ámbito intrafamiliar.
  • La atribución a la educación formal de un papel en el desarrollo de una nueva sensibilidad que favorezca la convivencia, el bienestar, la protección y la salud animal. El desarrollo de las conductas empáticas –cada vez más presentes y estimuladas en el desarrollo humano- conduce a una necesaria actualización de los contenidos educativos en cuanto a la relación con los animales.

ACCIONES A IMPULSAR:

Es necesario construir una nueva institucionalidad sobre la base de esta nueva concepción. Hay que revisar la legislación vigente,  resolviendo conflictos y llenando vacíos. También debemos construir espacios de coordinación que tiendan a la maximización de esfuerzos nacionales, regionales y locales, potenciando los recursos económicos y humanos. En este sentido proponemos un cambio sustancial en la materia, sobre dos ejes programáticos: la creación del Instituto de Bienestar Animal y la reformulación de la Comisión de Zoonosis, su gestión, su rol y competencias.

 

  • Creación del Instituto Nacional de Bienestar Animal

 

Con la idea de jerarquizar las competencias y tareas asignadas por ley a la COTRYBA, ampliar su alcance y mejorar su gestión, nos proponemos crear en su lugar un Instituto Nacional de Bienestar Animal, con una adecuada asignación presupuestal y recursos humanos seleccionados por su experiencia y profesionalismo, capacitados y especializados en el área. La misión del Instituto consistirá en desarrollar las tareas de prevención, promoción, control, fiscalización, difusión, certificación y registro, así como la administración y gestión de los diversos programas. No se trata de agregar algo a lo que ya hay, sino de organizar y jerarquizar lo que hoy está disperso y descoordinado. Tenemos la oportunidad de marcar un antes y después en materia de bienestar animal, elaborando e implementando una política pública global. Para ello es necesario generar una figura nueva, con competencias nacionales, sin vacíos legales y con procedimientos claros.

 

  • Reformulación de la Comisión de Zoonosis

 

Nos proponemos reformular las políticas y objetivos de la Comisión de Zoonosis, con el objetivo primordial de retornar a un trabajo descentralizado, con énfasis en lo local y con presencia en el territorio. En esta nueva etapa, la Comisión desarrollará una tarea de integración y coordinación con los prestadores privados y el impulso de políticas públicas desde los gobiernos locales, con fuerte participación de la comunidad organizada. Para todo eso es de vital importancia facilitar el acceso a los Servicios y/o efectores de Salud Animal. La universalización y unificación del Registro Canino y la reorganización de la Tasa por Concepto de Patente de Perro serán metas clave en las primeras etapas del trabajo.

 

  • Equiparación tributaria

 

Tomarse en serio el lema de “una sola salud” implica avanzar hacia formas de trabajo que involucren conjuntamente a quienes trabajan con animales en el sector productivo y quienes trabajan con animales de compañía. Una condición para que esto sea posible es que los honorarios profesionales, los insumos técnicos y los específicos zooterapicos estén en un plano de igualdad tributaria. En particular, es de gran importancia que los específicos zooterápicos destinados a campañas sanitarias que previenen enfermedades zoonóticas cuenten con beneficios fiscsles, de la misma forma que los honorarios profesionales afectados a campañas de control de poblaciones de animales de compañía mediante la esterilización. La renuncia fiscal resulta insignificante en contrapartida con los beneficios que esta medida puede reportar desde el punto de vista sanitario. Las distintas ONG´s que realizan la tarea de recoger, curar, albergar y alimentar en sistemas de refugios a los animales en situación de abandono deben ser consideradas en un sistema de exoneraciones fiscales que permita ofrecer una contrapartida ante la tarea que realizan.

 

  • Refugios

 

Actualmente existen unos 70 refugios de animales y un gran número de ONG´s que realizan la tarea de recoger, curar, albergar y alimentar a los animales en situación de abandono, asumiendo una responsabilidad que debiera ser compartida con el Estado. En este caso deberán realizarse acuerdos, de modo que puedan ser consideradas en un sistema de exoneraciones fiscales que opere como contrapartida de la tarea que realizan.

 

  • Programa nacional de adopción de animales de compañía

 

La reinserción de animales en situación de abandono, y la consecuente liberación de cupos y lugares en los refugios, requiere estimular la cultura de adopción. Para esto debemos diseñar campañas de comunicación y acciones concretas con respaldo institucional del gobierno nacional, los gobiernos departamentales y los municipios.  Coordinar estas acciones debes ser uno de los objetivos del Instituto Nacional de Bienestar Animal. Los programas deben incluir estímulos impositivos y exoneraciones transitorias en tasas de Registros (Patente y/o RENAC), así como beneficios en los planes sanitarios.

 

  • Programa Nacional de Control de Poblaciones (caninos y felinos)

 

La situación actual de superpoblación canina, y la ausencia de una política sistemática de control de natalidad, impone la necesidad de adoptar medidas urgentes. Es necesario encontrar un equilibrio en la convivencia, minimizando los impactos negativos y los efectos contraproducentes de una reproducción descontrolada y exponencial. Si no se buscan soluciones públicas a este problema, surgirán soluciones parciales y defensivas que frecuentemente estarán muy lejos de las mejores prácticas.

Tomando como marco el concepto de tenencia responsable, nos proponemos impulsar un programa nacional de esterilizaciones, basado en los siguientes pilares: educación y sensibilización sobre la problemática y las posibles soluciones; política de castraciones y adopciones a nivel nacional; proceso gradual y sistemático de educación, que deberá respaldarse con la actualización de las normativas nacionales y departamentales. Tener un animal de compañía implica tener una responsabilidad sobre el impacto que ese animal puede tener en la reproducción descontrolada de su especie.

 

  • Control del comercio de animales de compañía

 

Otro aspecto clave en el control de la superpoblación es el control del comercio de animales de compañía. Si bien la ley establece un registro, es necesario controlar y regular esta actividad. En el contexto actual, se impone una acción enfática contra el comercio informal, un control sobre la venta por internet y el desarrollo de mecanismos que desestimulen el abuso y el maltrato de animales de compañía destinados a procrearse con fines de lucro.

 

  • Campañas de tenencia responsable

 

Los medios de comunicación oficiales deberán disponer de espacios destinados al desarrollo de la educación y sensibilización en esta materia. También se apuntará a involucrar al canal de comercialización de alimentos y accesorios para animales como ámbitos de difusión de mensajes que incluyan contenidos sobre tenencia responsable. Se convocará a ONGs y otras organizaciones a sumarse a estas campañas de bien público a través de Internet o de los medios que tengan a su alcance.

 

  • Programa Nacional de Bienestar Animal en Sistemas Productivos

 

Con creciente frecuencia, los mercados internacionales están exigiendo certificaciones en bienestar animal. Ya no se trata solamente de las tradicionales garantías de inocuidad y sanidad, sino que se incorporan los procesos libres de sufrimiento y con mínimo impacto en materia de estrés. Ante esta nueva realidad, que seguramente llegó para quedarse, nos proponemos el desarrollo de la marca BIENESTAR ANIMAL URUGUAY, con las garantías técnicas de procesos certificados por profesionales y técnicos especializados. Debemos generar una “trazabilidad del bienestar”.

Para alcanzar este objetivo, aumentaremos el número y reforzaremos el entrenamiento de equipos encargados de realizar auditorías en cada eslabón de la cadena de producción de alimentos (ya hay un equipo que realiza un buen trabajo en Facultad de Veterinaria de UdelaR).  Estas auditorías son fundamentales para ayudar a los productores a levantar las restricciones/observaciones que pueden aparecer en mercados de alta exigencia como los de Europa, Estados Unidos y Asia (Japón y Corea).

 

  • Sistema Nacional de Salud para animales de compañía

 

La aparición de enfermedades emergentes y reemergentes de carácter zoonótico, junto al desarrollo de una sensibilidad de afectividad y empatía que estrecha los vínculos de convivencia con los animales de compañía, nos obligan a reformular la concepción tradicional de los sistemas de salud animal. Hasta ahora, la salud de los animales de compañía era una responsabilidad personal y privada del tenedor y recaía mayoritariamente en efectores privados. Hoy, bajo el concepto de “una sola salud”, se transforma en una responsabilidad social y colectiva, donde la autoridad sanitaria y la política pública no pueden estar ausentes. El sistema de atención privado debe complementarse con un sistema público que asegure el acceso a las poblaciones de menores recursos. Tener animales al margen de la cobertura sanitaria representa un riesgo. El desarrollo de modelos y emprendimientos cooperativos y asociativos entre gobiernos departamentales, hospitales públicos, policlínicas municipales, Ongs y dispensarios de salud animal es una de las nuevas tareas que deberá asumir la Comisión de Zoonosis.

 

  • Registro, control y habilitación de permisos de cacería

 

Si bien está regulada por leyes y normas específicas, la cacería plantea algunos vacíos legales, especialmente en lo referente al uso de perros y los correspondientes permisos y/o habilitaciones. Además hay problemas de contralor. Esta es una de las causas de los problemas que existen en materia de ataques a animales pertenecientes a sistemas productivos. Es necesario un estricto control y registro de los cazadores y animales afectados a esta actividad, con sanciones específicas.

 

  • Registro de tenedores de perros potencialmente peligrosos

 

Creemos en la capacidad de educación y entrenamiento para la convivencia de las diversas razas de perros y sus cruzas. La restricción o prohibición racial no ha sido efectiva en los países donde ha sido aplicada. No obstante, es necesario desarrollar una serie de requisitos y condiciones para aquellos tenedores de animales de compañía que por su conformación, tamaño y potencial puedan representar un peligro para la convivencia, en el caso de que no se tomen los recaudos apropiados. La creación de un registro, de un marco normativo y de un sistema de acreditación para los tenedores puede funcionar como estímulo para un manejo más responsable y consciente.  Este registro debe ir acompañado de un protocolo de manejo para situaciones de requisa y abandono. Crear normas que regulen la tenencia y el manejo de este tipo de animales sin una correcta capacidad de respuesta ante las eventualidades que pueden producirse, puede resultar contraproducente y riesgoso.

 

  • Sistema Nacional de Ecoparques y Reservas Animales 

 

En coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente, debemos tender a uniformizar el concepto de ECOPARQUES y RESERVAS ANIMALES en todo el territorio nacional.  Necesitamos políticas departamentales y municipales que nos alejen del viejo concepto de Jardín Zoológico victoriano hacia la creación de lugares que respeten el hábitat y las necesidades ecológicas de los animales en cautiverio. La exhibición animal debe ser desalentada, y el interés debe centrarse en la protección de la biodiversidad y de especies amenazadas de extinción.

 

  • Campaña de cuidado de caballos de tiro 

 

Montaremos un plan de sustitución progresiva de caballos utilizados para tirar de carros en centros urbanos. Ese plan debe fijar un horizonte temporal concreto y debe ofrecer alternativas de sustitución realistas. Impulsaremos un plan de reubicación y cuidado de caballos considerados “inútiles” o desafectados de esta clase de trabajo.

  1. Combate al tráfico de especies exóticas

Nos proponemos trabajar en coordinación con la Dirección de Aduanas, el Ministerio del Interior y el MGAP en el combate al tráfico de especies exóticas. Impulsaremos una política de requisas y trabajaremos junto con ONGs especializadas para brindar condiciones adecuadas a aquellos ejemplares que sean recuperados. Involucraremos a universidades e institutos de investigación en la generación y apropiación de conocimiento sobre cómo brindar mejores condiciones a aquellos animales que, de manera transitoria o permanente, deban permanecer a cargo del Estado.